Y como quien quiere romper un plato
A media noche
En pleno invierno.
Intente centenas de versos.
Nada más ardiente que un recuerdo mal vivido
Mal parido.
Nada más doliente
Que este recuerdo mío.
Donde soñarte ya es algo conciente
Que ya no quiero.
Y como una infinita escalera
Sube a la alcoba de mi alma
Este pensamiento certero.
Hundido
Y ahuecado
El recuerdo
Mese la memoria de los días
Donde no hubo nadie
En mí, más que estos sueños.
Hay una cascada que brota silencios
Y entre tanto voy tejiendo con reserva
Lo que siento.
Me descubro los ojos para mirar
El espejo roto.
Las formas ausentes
Los tamaños
Y las sombras
Se mudaron de cuadro.
Ya no sé bien donde miro cuando me veo.
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