Y si te digo que con el paso del tiempo
El dolor se hace más espacioso
Que se han ido todos los colores del desierto.
Que las camas, siguen siendo grandes.
Si te digo…que la distancia no es más
Que una ilusión que saborean mis ojos
Si no te encuentro.
No entiendo… que será el amor.
Eso a lo que se viene a la vida, tan cargada
De emociones, sensaciones y sufrimiento.
Hoy es cuando el alma duele y fuma.
Detrás de las puertas… la percepción será otra.
Otra boca,
Otra chimenea.
Mas humo, los santos detrás de tu pelo se han ido.
Solo queda el abrazo del que no regresa la muerte.
Recuerdos de un olvido Recurrente
En este espacio, podrán compartir, letras, imágenes, ideas, y ocurrencias. Su fundamento básico no solo es la incomunicación, y el aburrimiento…sino la necesidad de exponer el adentro hacia fuera, y comunicarle a los lectores, esos olvidos recurrentes a los que vamos, cuando el recuerdo NO hace su trabajo. Mientras más se persigue el olvido, más se obtiene el recuerdo. (Los poemas son de María Elisa Martinez y poseen derecho de autor, por lo tanto es ilegal la reproducción de los mismos)
miércoles, 14 de julio de 2010
Te volví a ver de tanto en vez.
Descubrí detrás de tus ojos
El reflejo donde ya no me pude ver.
Ha pasado entre nosotros el milagro
Del tiempo, y sin saber porque,
Me has dejado mar adentro.
De barro son los ojos que ya no miran, ni ven.
Hoy ha sido sábado.
Sábado del después.
Había en aire uno que otro.
Corazones rotos, serán después.
Descubrí detrás de tus ojos
El reflejo donde ya no me pude ver.
Ha pasado entre nosotros el milagro
Del tiempo, y sin saber porque,
Me has dejado mar adentro.
De barro son los ojos que ya no miran, ni ven.
Hoy ha sido sábado.
Sábado del después.
Había en aire uno que otro.
Corazones rotos, serán después.
Desnuda
Desnuda la tarde se pasea descalza, los faunos
Abren los ojos para mirarla…
Es aroma de verano cuando el brillo del sol desanda
Caminos que ella teje como si fueran telarañas.
Es temprano para beber de sus aguas,
es tarde para dejar volar ángeles…
Soleado el día se dibuja entre montañas,
Las hadas se esconden para mirarla…
Y aparece entonces aquello que llamamos nostalgia…
El bostezo del sol se desparrama, los colores se descubren
Y los vientos se abren…
ha muerto la tarde y solo queda su fragancia.
Abren los ojos para mirarla…
Es aroma de verano cuando el brillo del sol desanda
Caminos que ella teje como si fueran telarañas.
Es temprano para beber de sus aguas,
es tarde para dejar volar ángeles…
Soleado el día se dibuja entre montañas,
Las hadas se esconden para mirarla…
Y aparece entonces aquello que llamamos nostalgia…
El bostezo del sol se desparrama, los colores se descubren
Y los vientos se abren…
ha muerto la tarde y solo queda su fragancia.
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